La forma en la que hablas define quién eres, qué piensas y cuál es tu mentalidad en cuanto la vida, relaciones, trabajo, amor, espiritualidad etc. Cuida tus palabras , la forma en la que hablas y te expresas, más allá de ser políticamente correcto o por miedo al qué dirán, configura tu manera de actuar, por lo tanto cada palabra que sale de tu boca es un indicador del cómo te sientes y lo que estás viviendo.
Partiendo de esa noción, sólo existen 2 tipos de palabras que hay en tu vocabulario:
1.-Palabras de abundancia
2.-Palabras de carencia.
Tus palabras son el reflejo de tu día a día, sabemos que hay días bueno y día malos, tú decides si te estancas o interpretas de forma positiva pero al mismo tiempo realista las cosas.
Empecemos con el lenguaje de carencia, analiza a tu alrededor familiares, amigos y pareja; te darás cuenta que hablan desde la carencia, les preguntas:
“¡Hola, cómo estás! Y recibirás respuestas del tipo :
“Ahí la llevo”
“Ahí, pasándola”
“Pues andamos, que es ganancia”
“Emmm qué te digo”
¿Qué tipo de palabras usas? Palabras con energía actitud y aprendizaje o palabras de derrota y victimización, eso lo podríamos traducir como “palabras tóxicos” aquellas palabras que tienen nociones negativas, algunas de estas palabras podrían ser :
“Cansadito”
“Preocupadito”
“Malito”
“Enfermito”
Estos son sólo algunos ejemplos con los cuales vives día a día, a partir de ahora por favor ten en cuenta tu lenguaje y practica un vocabulario de abundancia , esto determinará la forma en la que ves y vives la vida, recuerda que un desarrollo personal y profesional integral abarca todos aquellos aspectos que la gran mayoría de las veces pasamos por alto.
¡Hasta la próxima!
Christian Conde